Vivíamos mejor cuándo no sabíamos qué pasaba y todo nos parecía bien, menos cuando nos quitaban el recreo, y no la paz.
El otro día me dijeron que desde la ignorancia se vive mejor. Y quizá tengan razón.
Y es que, de qué sirve crecer, si en el mundo de lo mayores solo hay muerte, avaricia, fraudes y mentiras. Si hicimos de este mundo un mundo con humanos sin humanidad y daños en el corazón.
Que con el paso del tiempo olvidamos el valor de la vida, el significado de libertad y las pequeñas cosas que construían la felicidad. Se nos olvidó que las palabras a veces duelen como balas, y que deberíamos dar gracias por ser las únicas balas que nuestro corazón conoce.
De pronto nos pareció normal que cada diez segundos muriera un niño de hambre, y no le damos importancia a que más de doscientas mujeres denuncien violencia de género al día.
Tras varios años ya estamos acostumbrados a que aparezcan noticias de guerra en el telediario, y quien sabe si en unos años, en vez de actuar, nos parecerá normal que haya doscientos muertos en atentados.
Hace ya mucho tiempo que olvidamos el valor de una vida, de una persona, el valor de cada día, el valor de cada minuto... Y estamos empezando a olvidar qué somos.
Y es que la RAE define humanidad como:
1. Conjunto de todos los seres humanos.
2.Capacidad de sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas
Pero quizás, la RAE tenga que eliminar la segunda acepción porque lo que estamos haciendo con este mundo, no es ni de lejos, humanidad.
"Veo humanos, mas no humanidad"
#PrayForFrance
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