En esta vida he conocido a mucha gente.
He conocido gente con tantas caras,
que nunca he sabido a cual de todas mirar.
He conocido gente que se ha quemado las manos,
por ponerlas en el fuego por los suyos.
He conocido gente que vivía en una boca,
pero se paseaba por otras.
He conocido gente con la que nunca dejarías de hablar.
Hay quien da sin esperar y recibe más,
que quien ha dado para recibir.
He conocido gente con corazón,
y gente con un órgano en el pecho.
He conocido chicas preciosas,
que son monumentos de la mismísima Roma,
ruinas.
Chicas de bares
y copas
a las que ya no les cortan los cristales
después de haber recogido los
pedazos de su corazón.
Chicos con copas de más,
para no echarla de menos.
He conocido personas guapas,
que han dejado de serlo
solo por creerse que lo eran.
Chicas de sangre flamenca,
que taconeaban a todos sus problemas.
Personas más frías
que un verano en Alaska.
Y personas tan alocadas
que eran plena Chueca
un viernes por la noche.
Busqué entre todas esas personas,
alguien con ese brillo en los ojos,
que solo tienen los tuyos.
Recorrí ciudades buscando algo
que me arrancara de un golpe,
al menos,
la mitad de las sonrisas que me has robado tú.
He buscado,
sin cesar,
un lugar,
en el que sentirme
como me sentía contigo,
en mi hogar.
He tratado de encontrarle a mi pobre corazón
estropeado,
un lugar del que no querer huir jamás.
Y puedo asegurarte,
que ningún camino me ha llevado a Roma.
Todos me llevaron a ti.
Y puedo asegurarte,
que no conozco a ninguna personas,
como te conozco a ti.
Por eso,
yo solo te conozco a ti;
y por eso,
no hay nadie como tú
Sal con una chica que lee, porque te lo mereces. Te mereces una mujer capaz de darte la vida más colorida que jamás puedas imaginar. Si quieres una vida monótona y de propuestas a medio cocinar mejor que estés solo. Pero si quieres el mundo y los mundos que hay más allá entonces invita a salir a una chica que lee. O mejor aún, a una que escriba.
sábado, 28 de noviembre de 2015
sábado, 14 de noviembre de 2015
Crítica a un mundo perdido.
Se vivía mejor cuando no entendíamos nada, cuando nos dolían las heridas de las rodillas y no las de corazón. Cuando llorábamos por haber perdido un juguete y no por haber perdido a alguien.
Vivíamos mejor cuándo no sabíamos qué pasaba y todo nos parecía bien, menos cuando nos quitaban el recreo, y no la paz.
El otro día me dijeron que desde la ignorancia se vive mejor. Y quizá tengan razón.
Y es que, de qué sirve crecer, si en el mundo de lo mayores solo hay muerte, avaricia, fraudes y mentiras. Si hicimos de este mundo un mundo con humanos sin humanidad y daños en el corazón.
Que con el paso del tiempo olvidamos el valor de la vida, el significado de libertad y las pequeñas cosas que construían la felicidad. Se nos olvidó que las palabras a veces duelen como balas, y que deberíamos dar gracias por ser las únicas balas que nuestro corazón conoce.
De pronto nos pareció normal que cada diez segundos muriera un niño de hambre, y no le damos importancia a que más de doscientas mujeres denuncien violencia de género al día.
Tras varios años ya estamos acostumbrados a que aparezcan noticias de guerra en el telediario, y quien sabe si en unos años, en vez de actuar, nos parecerá normal que haya doscientos muertos en atentados.
Hace ya mucho tiempo que olvidamos el valor de una vida, de una persona, el valor de cada día, el valor de cada minuto... Y estamos empezando a olvidar qué somos.
Y es que la RAE define humanidad como:
1. Conjunto de todos los seres humanos.
2.Capacidad de sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas
Pero quizás, la RAE tenga que eliminar la segunda acepción porque lo que estamos haciendo con este mundo, no es ni de lejos, humanidad.
"Veo humanos, mas no humanidad"
#PrayForFrance
sábado, 7 de noviembre de 2015
Felices 365 ve(r)sos.
Amor, a estas alturas de nuestra vida, me parece estúpido escribirte de nuevo, porque tienes letras mías en internet, en mis cartas, en tu agenda...
Pero quizás estas sean las letras más importantes de todas, porque una vez más, he decidido acudir a las palabra, para contar todo aquello que no te he dicho en estos trescientos sesenta y cinco días. O que quizás por el contrario, te he repetido hasta cansarme.
Que sabes que contigo aprendí el significado del amor, aprendí lo que es no subirse al siguiente tren, solo por quedarse un ratito más. Aprendí lo que significada querer tu perfume en mi almohada. Aprendí a saltar al precipicio con los ojos cerrados.
Entendí que la última bala que nos queda, anula el cerebro y activa el corazón.
Pero sin duda, amor es que estés aquí un año después. Amor es que aún no te hayas cansado de mis días de cansancio. Amor es que te parezca bonito hablar por teléfono más de cien horas al mes. Amor es odiarme mientras me quieres, y quererme mientras me odias, que parece lo mismo pero yo, yo se que no tiene nada que ver. El amor en estado puro, somos tu y yo cada vez que nos echamos de menos.
Y yo que nunca he tenido más que palabras y letras con las que escribir, de mil formas distintas, la palabra "te quiero", lo único que he podido darte son caricias de mis manos frías en las constelaciones tu espalda, besos en el cuello, susurros en tu oído, y un sin fin de versos en el corazón.
Y es que yo antes de conocerte, nunca creí en la suerte. No creía en imposibles, ni en besos que alegraran el corazón.
Pero quizás estas sean las letras más importantes de todas, porque una vez más, he decidido acudir a las palabra, para contar todo aquello que no te he dicho en estos trescientos sesenta y cinco días. O que quizás por el contrario, te he repetido hasta cansarme.
Que sabes que contigo aprendí el significado del amor, aprendí lo que es no subirse al siguiente tren, solo por quedarse un ratito más. Aprendí lo que significada querer tu perfume en mi almohada. Aprendí a saltar al precipicio con los ojos cerrados.
Entendí que la última bala que nos queda, anula el cerebro y activa el corazón.
Pero sin duda, amor es que estés aquí un año después. Amor es que aún no te hayas cansado de mis días de cansancio. Amor es que te parezca bonito hablar por teléfono más de cien horas al mes. Amor es odiarme mientras me quieres, y quererme mientras me odias, que parece lo mismo pero yo, yo se que no tiene nada que ver. El amor en estado puro, somos tu y yo cada vez que nos echamos de menos.
Y yo que nunca he tenido más que palabras y letras con las que escribir, de mil formas distintas, la palabra "te quiero", lo único que he podido darte son caricias de mis manos frías en las constelaciones tu espalda, besos en el cuello, susurros en tu oído, y un sin fin de versos en el corazón.
Y es que yo antes de conocerte, nunca creí en la suerte. No creía en imposibles, ni en besos que alegraran el corazón.
Entonces como agua de mayo en pleno noviembre llegaste tú.
Como una tormenta de aire fresco y amor en versos.
Y empecé a creer en la suerte de la bola ocho, o en la de los martes trece.
O lo que es lo mismo, empecé a creer en ti.
Y trescientos sesenta y cinco días después sigo dando gracias por aquel beso en el portal.
Desde entonces escribo versos de amor y desamor por los cuatro costados. Y ya no deshojo margaritas para saber si que quieres, porque, cada vez que me lo susurras al oído, hasta ellas se marchitan de envidia.
Y seguramente, lo único que puedo decirte por primera vez en toda mi vida es:
Feliz aniversario, feliz año, felices trescientos sesenta y cinco días juntos.
Y como bien sabes tú... "Las cosas que importan jamás perderán su brillo"
Y empecé a creer en la suerte de la bola ocho, o en la de los martes trece.
O lo que es lo mismo, empecé a creer en ti.
Y trescientos sesenta y cinco días después sigo dando gracias por aquel beso en el portal.
Desde entonces escribo versos de amor y desamor por los cuatro costados. Y ya no deshojo margaritas para saber si que quieres, porque, cada vez que me lo susurras al oído, hasta ellas se marchitan de envidia.
Y seguramente, lo único que puedo decirte por primera vez en toda mi vida es:
Feliz aniversario, feliz año, felices trescientos sesenta y cinco días juntos.
Y como bien sabes tú... "Las cosas que importan jamás perderán su brillo"
Suscribirse a:
Entradas (Atom)