Quiero quererte como yo se. Odiándote un poco, queriéndote más de la cuenta.
Solo somos heridas abiertas sin puntos de sutura.
Qué suerte encontrarnos sin buscarnos, qué poco duelen las heridas a tu lado.
Cuéntame quién fue ella, cómo te miraba, y por qué fue tan tonta de dejarte escapar.
Bueno no, espera, mejor no digas nada.
Bésame, y si eso después hablamos.
Olvídalo, ya no quiero saberlo.
Solo quiero construir un futuro sin pasados.
Tu igual quieres saber todo aquello que escribí con amor en forma de tinta azul y borré con lágrimas de dolor, quizás quieres saber qué fue de todos mis olvidos antes de conocerte, mi vida.
Quizás quieras saber por quién y por qué dejé de sonreír.
No lo sé.
Pero puedo asegurarte, que la persona que me la devolvió fuiste tú, el día en que me besaste en aquel portal.
Y, desde entonces, los paseos son más bonitos de tu mano, las horas son más cortas con tus besos, el frío se acaba con tus abrazos.
Nunca nadie me había regalado tanto. Nadie me había dado regalos con tanto valor, como has hecho tú, con tu tiempo, tus besos y todos esos versos que me regalabas con solo mirarme.
Nadie había hecho de mi vida, una poesía de palabras sin punto y final.
Y, se que no puedo regalarte los versos más bonitos que una no-poeta como yo puede escribirte.
Pero gracias a ti entendí que el amor, solo se busca en la página noventa y ocho de mi diccionario.
Gracias a ti entendí que el amor, se siente.
Qué bonito encontrarte, suerte de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario