domingo, 19 de abril de 2015

Amores eternamente breves

Un día me dijeron que los amores eternos son los más breves. No me lo creí, ¿cómo no iba ha haber final feliz entre dos personas que se quieren?
Me encogí de hombros, y me sumergí en mi mundo de rosa, donde existían los finales felices, las historias largas, y donde los "para siempre" siempre se cumplían. 
Hasta que te conocí a ti.
Entonces supe lo que era querer a alguien a rabiar, a morir, a vivir, a sentir.
Y llegaron las risas y los problemas superados, y las sonrisas ahora rotas, y los ojos mojados, y las pestañas húmedas. Y los para siempre se marchitaron, se quemaron, se murieron. Se murieron porque dejamos de cuidarlos, olvidamos regarlos igual que olvidamos regar nuestro amor.
Y entonces entendí porque los para siempre, no significan tiempo, significan cantidad.
Me di cuenta de que hay historias con la esperanza de ser libros enteros y que solo consiguen ser un capitulo con tres puntos suspensivos...
Que a veces una sonrisa se rompe, como consecuencia de ver a su sonrisa favorita junto a otra. Que matarías por una sonrisa, que ni siquiera puedes volver a besar.
Lo bueno no se acaba. Lo bueno nunca muere. Lo bueno siempre está ahí, aunque sabes que nunca volverás a vivir algo igual.
Y de un día para otro todo se acabó, pero, nunca cuenta como error si te hizo feliz. Y si, nuestro amor eterno fue breve, un placer haberte perdido...